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Posted by Braian
Masiva movilización en Brasil contra el Mundial 2014 y la Copa de las Confederaciones
Hay marchas en las ciudades más importantes del país. Más de 100 mil manifestantes protestan contra los multimillonarios gastos como consecuencia de la organización del Mundial, que tendrá lugar desde junio de 2014 y el aumento tarifario del transporte, en plena disputa de la Copa Confederaciones. Cerca de 200 manifestantes se subieron al techo del Congreso en Brasilia. En Río de Janeiro, hay incidentes
En Sao Paulo, Rio de Janeiro, Brasilia, Fortaleza, Salvador y otras ciudades del país, los manifestantes, convocados a través de las redes sociales y sin liderazgo político o social definido, reclamaban pacíficamente más inversiones en transporte, en salud y en educación.
Más de 200 manifestantes lograron subir el lunes al techo del Congreso nacional en Brasilia. "Brasil se jodió, el pueblo apareció", y
"Soy brasileño con mucho orgullo", cantaban los manifestantes. Unas
5.000 personas protestan en Brasilia, según la policía, y decenas de
miles más en todo el país.
En Belo Horizonte la policía disparó
gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes para
impedirles que se acerquen al estadio Mineirao, donde jugaron este
lunes Nigeria y Tahití por la Confederaciones (6-1),
un test del Mundial-2014, que enfrenta a ocho selecciones de Europa,
Asia, América, África y Oceanía, en seis ciudades del país.
En las demás ciudades, la policía se mantiene vigilante, sin intervenir. Unas 30.000 personas manifiestan en las calles de Sao Paulo,
acercándose a la avenida Paulista, la principal vía del centro de la
ciudad, estimó la policía. Pero más manifestantes siguen llegando, según
una periodista de la AFP.
Estas son las mayores manifestaciones en 21 años en Brasil -donde
la población no acostumbra salir a la calle a expresar su descontento-,
desde las protestas de 1992 contra la corrupción del gobierno del ex
presidente Fernando Collor de Melo, que renunció durante su juicio político ante el Senado.
Autoconvocados
"Vine porque quiero que Brasil
despierte. No es solo por los pasajes, sino porque la educación y la
salud son malas", dijo a la AFP Diyo Coelho, de 20 años, que marchaba en
Sao Paulo junto a un grupo de amigos y llevaba flores en las manos.
Miles y miles de manifestantes marchaban
por el centro de Rio de Janeiro hacia Cinelandia, corazón del centro de
la ciudad, saltando y aplaudiendo mientras desde lo alto de los
edificios la gente les lanzaba papeles blancos, constató la AFP.
"Estoy aquí para mostrar que Brasil no es sólo fútbol.
Aquí no hay sólo fiesta. Hay otras preocupaciones, como la falta de
inversiones en cosas realmente importantes, la salud y la educación",
dijo a la AFP la abogada Daiana Venancio, de 24 años, que protestaba en
Rio con una nariz de payaso.
En Brasilia, 2.500 manifestantes según
la policía -y 5.000 según los organizadores- bloquearon la principal
avenida donde se encuentran los ministerios y otros edificio del
gobierno, y llegaron al Congreso. Muchos de ellos se bañaron en la
fuente ubicada frente a la sede del legislativo.
"Como brasileño que viaja cada día en esos autobuses llenos a rebosar y que estudia en una universidad precaria, me he sentido en la obligación de estar presente en esta revolución", dijo a la AFP Gael Rodrigues Honorio, un estudiante de ingeniería forestal de 21 años de la Universidad de Brasilia.
"Esto es sólo el comienzo. Vamos a
conseguir mejoras, al menos aunque sea en el transporte y la salud",
afirmó en medio de la protesta, vigilada por unos 400 policías.
Las manifestaciones comenzaron hace unos 10 días en Sao Paulo a raíz del alza del boleto de bus, tren y metro de 1,5 a 1,6 dólares,
días antes del inicio de la Copa Confederaciones, un ensayo general del
Mundial-2014 entre los campeones de cada continente, lo cual les ha
dado una fuerte visibilidad dentro y fuera de fronteras.
Rápidamente, se expandieron a otras
ciudades y la causa se amplió a denuncias contra los 15.000 millones de
dólares destinados por el gobierno para el Mundial de fútbol del año
próximo. Los manifestantes piden ese dinero para vivienda digna, salud y educación públicas de calidad, en este país donde existe aún una gran brecha entre pobres y ricos.
El ministro brasileño de Deportes, Aldo
Rebelo, advirtió este lunes que el gobierno no tolerará manifestaciones
que perturben la realización de los partidos de la Confederaciones.
"Quien crea que puede impedir la realización de esos eventos, enfrentará
la determinación del gobierno de impedirlo", dijo el ministro, según la
estatal Agencia Brasil. "Las manifestaciones serán toleradas dentro de
ese límite", añadió.
En su mayoría jóvenes y de clase media,
los manifestantes han denunciado la represión policial, especialmente el
jueves pasado en Sao Paulo, donde hubo más de 230 detenidos y un
centenar de heridos. El gobierno de Sao Paulo aseguró que este lunes la
policía no disparará balas de goma contra los manifestantes.
Las protestas ocurren en un momento de magro crecimiento económico en Brasil (0,6%
en el primer trimestre) y una inflación en alza (6,5% anual en mayo, el
techo de la meta oficial). Los alimentos, a los que la población es más
sensible, han subido más de 13% anual.
Recientes encuestas señalaron por primera vez una caída en la aprobación del gobierno de la presidente Dilma Rousseff, sobre todo entre los más jóvenes y más ricos.
Rousseff fue abucheada el sábado en el estadio de Brasilia, al declarar inaugurada la Confederaciones junto al presidente de la FIFA Joseph Blatter, aunque cuenta todavía con niveles de popularidad récord y es favorita para la reelección en 2014.